Lasaña de pencas de acelga. |
Si amigxs del blog EKO. Habéis leido bien: acelga. ¿Es la temporada ahora de la acelga? Las encontramos todo el año, aunque durante el otoño - invierno es cuando más aparecen en la cesta. Esta rezeta nos la manda Yolanda. Ella es de las afortunadas que cuentan con la "huerta en casa", y además de estar deliciosa, su rezeta tiene historia. Mila esker Yolanda!
Os quiero recomendar una rezeta muy sencilla pero muy rica que he improvisado esta semana. Y es una rezeta que trae recuerdos "especiales" para mi. Me explico.
La verdad es que de pequeña yo era muy mala comedora. Bueno, comer, comía, pero muy desequilibrado. Las verduras no las probaba, y por más que mi madre insistía, no conseguía hacermelas comer, salvo algun puré que otro. Siempre decía que no me gustaban, pese a que nunca las había probado. Un día, con 8 o 9 años, tras una discusión con mi madre en la que yo me empeñaba que las pencas de acelga rebozadas con jamón, no me gustaban y que no me las iba a comer, mi padre agotado por "darle" la comida con mis quejas y mañas, decidió que iba a hacermelas comer. Esa fue la primera y única vez, que casi como acelgas, ente lágrimas y súplicas de no querer hacerlo.
Por lo que esta rezeta es mi reencuentro de reconciliación con las acelgas, la primera vez que las como voluntariamente en mis XL años ...y además proceden de la huerta que mi padre tiene en Burgos.
Ahí va la rezeta.
Ingredientes para dos pax:
8 acelgas
Tomate frito casero
Fiambre de pechuga de pavo braseada
1 huevo
Queso de cabra en dados
Elaboración: Limpiamos las acelgas, nos quedamos con las pencas y las cocemos unos 10 minutos en la olla a presión con agua hasta cubrirlas con un poco de sal. Una vez cocidas, sí se quiere se puede dar vuelta y vuelta en una sarten con un poquito de aceite. En una fuente de horno vamos alternando una base de pencas, tomate frito casero(tomate natural, cebolla y pimiento verde), dos lonchas de fiambre de pavo, de nuevo pencas, tomate frito, fiambre de pavo y acabamos con una capa de pencas. Batimos un huevo y cubrimos las pencas. Repartimos queso de cabra troceados en cubitos y lo gratinamos en el horno. Y ¡que bueno está! Que buenas son las reconciliaciones!!!
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