Esta es una de esas recetas que entran por los ojos, preciosa además de deliciosa :-) La original la podéis encontrar pinchando en este enlace, en "El Comidista". Yo os cuento cómo lo hice yo (que suelo tender a simplificar las cosas en la cocina).
Foto Daviz |
Ingredientes:
- 4 bases de pizza, tamaño mini (se pueden encontrar así de pequeñitas en el súper, si no, se pueden utilizar rebanadas de pan)
- higos maduros (depende el año, todavía en noviembre se pueden encontrar en las higueras)
- queso de cabra (o cualquier queso fuerte que te guste)
- nueces (ya partidas)
- rúcula
- aceite de oliva
Elaboración:
Colocamos las bases de pizza en la bandeja del horno. Con un poco de suerte las sacaremos del paquete con su propia ración de papel de horno, si no es así habrá que colocarlo previamente.
Echamos un poquito de aceite de oliva en ellas. Troceamos el queso de cabra y ponemos uno o dos trozos en cada base (yo puse dos porque me encanta el queso). Echamos unas pocas nueces también (al gusto). Abrimos los higos con las manos y los partimos por la mitad. Ponemos higo y medio por pizza,y las metemos al horno, que habremos precalentado. Dejamos que se hagan a una temperatura aproximada de 220º durante 10 minutos (esto dependerá de cada horno, ya sabes, "prueba - error"). Cuando la pinta y el olor empiecen a generar en nosotros unas ganas irresistibles de comernos este pequeño manjar, subimos la temperatura del horno a tope (en modo grill) y gratinamos. Paciencia, como mucho 5 minutos más.
Una vez estén hechas, las sacamos y le colocamos un par de hojas de rúcula a cada pizza. Y...voilá!!