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Fotos: Soraya |
De la mano de Soraya, nos llega esta rezeta, ideal para el invierno. Esta vez viene acompañada no sólo de las propiedades de sus ingredientes principales (espinacas y bacalao) sino también de interesantes trucos y consejos.
Unas buenas croquetas, caseras y tan nutritivas como éstas ¡a ver quién es capaz de resistirse! ñam!
Ingredientes
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Espinacas frescas (unos 350 gramos)
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Bacalao fresco o desalado.
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Aceite de oliva
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Cebolla
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Leche entera (yo tengo el placer de contar con
leche de la vaca de Lastras)
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Huevos (en este caso también tengo el placer de
contar con huevos de Lastras)
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Pan rallado
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Sal
Elaboración
Se pone agua a hervir
con un poquito de sal y se añaden las
espinacas. Al principio suelen rebosar
y parece que se van a salir de la cazuela, pero basta con empujarlas un
poquito con una cuchara hacia dentro y en cuanto empiezan cocerse se reducen a
un tercio. Se hierven durante 5 o 10
minutos.
Después se escurren bien, se pasan por el pasapuré y se reservan para añadirlas
al resto del preparado.
TRUCO:
Para evitar que el puré quede demasiado caldoso, lo que podría
perjudicar al manejo posterior de la masa de croquetas, la primera vuelta o
giro que realices en el pasapuré ¡ojo, solo el primero! hazlo sobre el
fregadero y así conseguirás escurrirlas mejor.
Pica muy finito la cebolla.
Yo le suelo echar una cebolla completa. Si la picas mucho y la pochas a fuego suave, luego no se nota y le
aporta a cualquier bechamel mucha suavidad.
En cuanto al aceite,
suelo echar tanto como para cubrir la cebolla que pico.
Cuando la cebolla esté bien pochada, añade harina (a demanda) hasta que quede una bola completamente pastosa y deja que se haga un poquito a fuego
muy suave. Después vete añadiéndole poco
a poco la leche y remueve muy bien
hasta que quede una bechamel espesa.
Fríe y desmenuza el
bacalao.
CONSEJO: Si es bacalao
fresco, no habrá problemas al salarlo utilizando la dosis que empleas
habitualmente, pero si se trata de bacalao desalado, te recomiendo que le eches
muy poquito o apenas nada, y que lo pruebes mientras se está haciendo. Es
preferible corregirlo luego, que pasarnos con la sal.
Mezcla la bechamel
con el bacalao desmigado y con las espinacas. Échalo sobre una fuente y déjalo enfriar. De ese modo tendrás la
masa lista para comenzar a hacer las croquetas.
TRUCO: Si la masa no te ha quedado lo suficientemente espesa
para manejar bien las croquetas sin que se peguen a las manos, métela unos
minutos al congelador antes de trabajarla.
Para hacer las
croquetas coge pequeñas porciones de masa, pásalas por pan rallado, por huevo y nuevamente por pan rallado.
Después fríelas
en la sartén con aceite, y ¡a la mesa, listas para comer!.
CONSERVACIÓN: Si no las
vas a comer todas ese mismo día, puedes congelarlas una vez hechas porque
aguantan muy bien y con su sabor íntegro.
La espinaca es un alimento muy aconsejable, porque es muy rica en vitamina A y E. También en yodo. Y además contiene varios y buenos antioxidantes. Aunque tiene fama, gracias a Popeye, de tener mucho contenido en hierro, no parece que posea más cantidades de este elemento que otras verduras. Hay que consumirla con moderación por su contenido importante de ácido oxálico.
Como ya dijimos en alguna rezeta anterior, el bacalao es un pescado blanco y, por tanto, posee un bajo contenido graso. Su carne es rica en proteínas de alto valor biológico y además posee una amplia variedad de vitaminas y minerales. Entre las vitaminas destacan la B1, B2, B6 y B9,que poseen todas ellas importantes funciones y permiten el aprovechamiento de los nutrientes energéticos. Intervienen además en en procesos de gran trascendencia en el organismo como la formación de góbulos rojos, la síntesis del material genético o el funcionamiento del sistema nervioso, entre otros.
Respecto a los minerales destaca la presencia del potasio y fósforo. El potasio es un mineral necesario para el buen funcionamiento del sistema nervioso y la actividad muscular, mientras que el fósforo está presente en huesos y dientes.
El bacalao es el pescado más consumido en Europa. Tiene contenido aceptable en sodio si se consume fresco, aumentando considerablemente la cantidad de esta sustancia si consume desalado.
Si a las espinacas y el bacalao, les aderezamos con los ingredientes de las croquetas, resulta un alimento tan nutritivo como sano y delicioso.