No sólo de verdura viven las personas, en esta rezeta que comparto a continuación la protagonista es la ternera. Concretamente una parte de su cuerpo conocida como "redondo". ¿Es la temporada ahora de la ternera? Bueno, yo diría que nunca es la temporada de la ternera, o lo es siempre, depende de cómo se mire...eso si, este animal en concreto, el que hemos degustado mi familia y yo el día de Navidad, ha sido criado de forma ecológica :-). He conseguido esta suculenta receta de un libro del grandísimo Karlos Arguiñano.
La palabra "fricandó" me he llamado mucho la atención. Aquí incluyo la definición que da la RAE:
"Cierto guisado de la cocina francesa"
Ahí queda eso.
Tomillo y romero (yo tengo la suerte de tenerlos en rama, pero también se pueden encontrar en supermercados o tiendas especializadas, ya secas, en tarro).
Harina.
Salsa de tomate.
Un par de guindillas.
Champiñones.
Redondo de ternera fileteado (para 6 personas yo he utilizado un kilo).
Elaboración:
Echamos un poco de tomillo y romero en cada filete de redondo (espolvoreamos por encima) y pasamos los filetes por harina. Una vez hecho esto los marcamos. Esto quiere decir que los pasamos "vuelta y vuelta" por aceite muy caliente (aceite que habremos calentado previamente en una sartén, mientras realizábamos la operación tomillo-romero sobre el redondo, por ejemplo).
Los vamos reservando, y una vez que los hemos marcado todos, en una cazuela a parte, echamos la salsa de tomate con las guindillas (para que le den un poco de gracia, si la salsa no llevaba ya su puntito, como es mi caso). Lo dejamos haciendo plop-plop unos diez minutos y en ese momento añadimos el redondo y los champiñones fileteados. Se pueden aprovechar esos 10 minutos de plop-plop para limpiar y filetear los champiñones.
Según la receta del libro, a partir de este momento hay que dejar cocer a fuego lento hasta que la carne esté tierna. Esto, en mi caso, se ha traducido en unas 2 horas. Así dicho puede asustar, pero como es "a fuego lento", no hay que preocuparse mucho del guiso. Con levantar la tapa de vez en cuando y remover un poco para que no se pegue es suficiente, así que esas dos horas son muy aprovechables para invertirlas en cualquier otra cosa que se necesite.
Y como todos los guisos, mejor hacerlos el día antes de comerlos, así reposa, se ligan los sabores.....y el resultado es para chuparse los dedos ;-)